* Pie Sano: Pie que no manifieste lesiones cutáneas, ni algún agente etiológico reconocible; y que no presente alteraciones anatómicas consistentes, no corregibles con cuidados podiátricos o paliativos. Sin perjuicio de lo anterior, para efectos del presente reglamento, el pie será considerado sano aun cuando se manifiesten:
1.- Signos o síntomas del pie que pudieran presentarse en la piel o sus anexos aunque su origen o etiología sean desconocidos, tales como hiperqueratosis, anhidrosis, hiperhidrosis, bromhidrosis o alteraciones ungueales como la onicocriptosis en grado 1 conforme a lo definido en el artículo Nº 4, letra k).
2.- Alteraciones de la pisada compensables con ayudas técnicas.